lunes, 10 de mayo de 2010

La Ley Televisa recorta el poder de acción de medios públicos e independientes


En México se hizo presente un marco legal para los medios de comunicación, el cual se presentó en 1960 y desde entonces han habido diversos intentos de reformas, cambios y modificaciones hacia este. En 1980, se intento cambiar la Ley de Radio y Televisión; en 1997, se propuso una Ley de Comunicación Social, mejor conocida como “Ley Mordaza”. Ninguna tuvo el alcance deseado y la expectativa como la aprobada en marzo del 2006 que, desde el 2001, comenzó con consultas para la Reforma Integral de los medios de comunicación, dando prioridad a los intereses de las grandes empresas de comunicación: La “Ley Televisa”.

La Ley Televisa es una reforma impugnada por muchos actores sociales. Están en juego diversos intereses que definirán el rumbo de los monopolios de medios en México. La
percepción pública en el país es que los políticos no fueron críticos con lo que aprobaron, se plegaron a los intereses de una empresa que defiende sus intereses, pero que excluyó los intereses y necesidades de medios públicos e dependientes y del resto de los participantes del espectro social. Pero eso fue así, para verse beneficiados con espacios televisivos y radiofónicos, el PRI y el PAN se jugaron su última carta electoral en la aprobación de esta ley.

De esta forma, Televisa, TV Azteca y otros grupos radiodifusores se han adueñado de la comunicación en el país, a través de la Ley Federal de Radio y Televisión, redactada por Televisa para defender su adquisición de capital y expansión de mercado. Ahora estos monopolios pueden agregar servicios nuevos sin pasar por ningún tipo de proceso de licitación asegurando mantener el poder mediático que existe actualmente en México.

La reforma a la ley le da mayor espacio a estas televisoras, recortando el poder de acción de las empresas de comunicación públicas e independientes. Para muchos esto implica una limitación a la libertad de expresión, pues en la reforma no queda nada claro ni escrito acerca de las emisoras públicas por lo que los monopolios podrían apoderarse, absorberlas o eliminarlas en un futuro. En esta ley, no hay cavidad para los medios alternativos, para las radios indígenas, para los medios independientes, para medios culturales y educativos, sólo para lo comercial y para quien tenga más dinero.

En Argentina, en Octubre de 2009, se aprobó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que, de forma general, propone el derecho de los ciudadanos a investigar, buscar, recibir y difundir información sin censura previa, además de permitir la libre competencia entre empresas de comunicación. Pero en México, la pauta que ha propiciado que los medios de comunicación hagan lo que les venga en gana es su organización en monopolios que, al tener en su poder la mayoría de los medios, dañan la competitividad del país, desaparecen cualquier medio de oposición y publico, y obstaculizan el libre recorrido de la información entre la sociedad.

Los monopolios de comunicación en México, en el marco de economías globalizadas, se disputan capital y mercado para crecer y expandirse. En este aspecto, solo resta al gobierno saber golpear ese interés en beneficio de una sociedad cultural y una libre competitividad pública y privada, pero ante la incapacidad de estas instancias, a lo mas que se puede aspirar en México esa a una tregua entre empresas y poderes, para evitar que ni uno de ellos se inmiscuya en el terreno del otro.

En este aspecto, se tiene que adentrar y analizar los problemas en la relación y los efectos que ahora tiene la comunicación y crear un medio que tenga como práctica diaria informar de acuerdo a un código de ética, para fortalecer la relación entre los medios de comunicación y las audiencias receptoras.

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